Cuando el propósito no solo es viajar sino también aprovechar la oportunidad para renovarse un poco interiormente y tomar por decirlo de alguna manera un segundo aire, los destinos espirituales aparecen como opciones de gran provecho que además de proporcionar encanto a los sentidos suelen influir a través de sus recursos humanos y naturales en el pensamiento y sentir del visitante.

Por supuesto que no se trata de lugares mágicos pero la verdad es que por sus particularidades hacen posible fusionar viajes y espiritualidad de manera tal que las cosas ya no vuelven a ser como antes. Por tanto, si quieres trabajar un poco en ti mismo y adicionalmente entretenerte un poco con nuevas costumbres y tradiciones bien vale la pena considerar el siguiente listado de opciones.

Destinos para un viaje espiritual

  • Rishikesh: al pie del Himalaya se encuentra esta ciudad de la India conocida mundialmente como la capital del yoga. Allí la oferta de variados cursos de yoga tanto para aficionados como para certificarse se encuentra por doquier, además dispone de todo tipo de actividades de relajación y otras más que permiten explorar sus tesoros naturales.
  • Koh Phangan: se trata de una isla tropical de Tailandia donde el crecimiento espiritual pareciera ser una prioridad tan enorme que todo gira entorno a este. Si bien la popular fiesta de la luna llena es la que más atrae a los turistas, existen actividades mucho más sosegadas dignas de tener en cuenta.
  • Mazunte: este es un pueblo mexicano donde en medio de la selva podrás llevar a cabo retiros espirituales siendo el más conocido, el retiro del silencio.