La vagina es la zona íntima de la mujer, contiene más de 8.000 terminaciones nerviosas, y es considerada el espacio que describe toda la femineidad de toda mujer. Como el resto del cuerpo requiere cuidado, pero sin duda esta zona es tan vulnerable a muchos agentes externos que requiere de uno muy especial, para darle continuidad a su salud y a su aspecto jovial.

La juventud vaginal

Con el pasar del tiempo, el aspecto de nuestra vagina puede cambiar considerablemente, ya sea por un parto vaginal o por la menstruación.

Algunas recomendaciones que te podemos dar son los siguientes:

La ropa interior: esta influye de manera considerable ya que de no usar la correcta pueden causar desde deformaciones hasta alteraciones del pH íntimo, además deben estar en perfecto estado, bien lavadas y secas; las más recomendadas son las de algodón que contribuyen a la correcta transpiración de esa zona, evitando bacterias y hongos.

Los ejercicios del suelo pélvico son muy beneficiosos tanto para mujeres embarazadas como para la mujer común,  ayudan a que tu vagina se mantenga estrecha, recupere su tersura natural y tonifique músculos  además resulta benéfico a la hora del coito.

Cada dos meses como mínimo visitar a un especialista para llevar un saludable control y detectar a tiempo cualquier cambio que ponga en peligro tu salud.

La lubricación vaginal tiende a ser un inconveniente con el pasar del tiempo, sobre todo al mantener relaciones sexuales, en ese caso es recomendable usar lubricantes íntimos para evitar causar daños internos.

El uso de duchas vaginales constantemente no es recomendable, por el contrario puede ser perjudicial, ya que su uso excesivo destruye la flora vaginal que es la que mantiene el correcto equilibrio en su interior.

Todas somos distintas y nuestra vagina no es una excepción, así que depende del conocimiento que tengas para poder detectar cualquier anomalía en ella que pueda afectar tu salud.