Siendo la elaboración del whisky un arte tan antiguo, esta bebida alcohólica tan representativa de Escocia definitivamente despierta un gran interés ya que sin lugar a dudas se posiciona como una de las de más alto consumo alrededor del mundo entero. Por otra parte, si se considera que los registros que se tienen de la destilación del alcohol son a partir del siglo XV, resulta mucho más comprensible aceptar que las primeras bebidas de whisky fueron fabricadas por monjes, siendo usadas como una alternativa medicinal.

Irlanda en el año 1276 fue el territorio que acogió a la que sería la primera destilería formal de whisky, sin embargo, a Escocia esta tendencia solo llegó hasta el siglo XV, de ahí que sea este siglo el que se recuerde con mayor aceptación como el momento histórico de esta bebida.

El impacto del whisky

El fraile escocés John Cor es quien se quedó con el título de ser el inventor del whisky, pues su iniciativa le llevó a destilar aguardiente a base de malta, siendo este un gran acontecimiento, pues se trataba ni más ni menos, que del líquido al que algunos empezarían a llamar, el agua de la vida.

Desde el año 1494, las cosas se empezaron a poner un poco más serias debido a que la Casa Real Escocesa lidero el proceso de regulación, de manera que la Corona prontamente, optó por prohibir la venta de whisky a ciertas personas, como, por ejemplo, a los súbditos.

Lo anterior, tuvo mucho que ver para que buena parte de su comercialización en determinado momento fuera netamente clandestina.