Bajo la promesa de hacerle frente a la obesidad y evitar las enfermedades cardiovasculares, la dieta mediterránea además de hacerse muy famosa en todo el mundo, se ha instituido como una alternativa para garantizar la salud pues es más que nada un patrón alimentario con un gran listado de ventajas. Puesto que toma como base la ingesta de frutas, verduras, legumbres, cereales, pescado y aceite de oliva es muy rica en antioxidantes y por consiguiente evita el envejecimiento de las células y el cáncer tanto de mama como de colon.

Esta dieta debe su nombre a que se compone de los productos locales de países como España e Italia, dando gran prioridad al consumo de verduras y legumbres.

Beneficios para la salud

Entre los alimentos que forman la dieta mediterránea encontramos los cereales, huevos, productos lácteos y la carne fresca por su aporte de proteínas de alto valor biológico. Todo esto, es lo que permite resaltar sus muchos beneficios para la salud, entre los cuales sobresale la notable mejora de la capacidad cognitiva y más específicamente de la memoria, el disponer de mayor protección frente a las enfermedades del corazón, la diabetes y por supuesto el sobrepeso.

Por otra parte, algo que no se debe ignorar es que el seguir esta dieta de manera estricta por demasiado tiempo puede llevar a que se disminuya la presencia de hierro y calcio en el organismo, de manera que, en pro del equilibrio, es adecuado considerar los suplementos para no afectarse en otros aspectos.