Las procesionarias del pino son insectos que se encuentran en varias regiones de Francia y España, incluidas las zonas urbanas, cuya proliferación compromete la salud de los árboles de los que se alimentan.

También tienen un efecto en la salud humana y animal, ya que sus cerdas urticantes causan irritaciones en la piel al provocar graves picores y reacciones alérgicas.

Dado que los insecticidas no pueden utilizarse en las zonas urbanas, la estrategia más eficaz para luchar contra las procesionarias del pino en las zonas urbanas consiste en combinar métodos preventivos (políticas de plantación en las zonas urbanas, métodos de detección precoz, etc.) y métodos curativos (trampas para procesionarias, destrucción de sus nidos, suministro de cajas de nidos para aves insectívoras, etc.).

Es necesario modular el grado de intervención en función de la frecuentación de las zonas en cuestión: métodos destinados a erradicar las procesionarias en las zonas más frecuentadas y a mantenerlas bajo control en otros lugares.

En el presente artículo se profundizará en todo lo relacionado con la procesionaria del pino y los problemas que puede causar.

Problemas que causan las procesionarias del pino

Las procesionarias debilitan sus árboles huéspedes comiéndose sus agujas u hojas. Además, las procesionarias del pino también afectan a la salud humana y animal, ya que sus cerdas urticantes provocan una picazón extrema y reacciones alérgicas que dan lugar a una forma de dermatitis.

Ubicación

Las procesionarias se encuentran en diferentes regiones: la procesionaria del pino se encuentra principalmente en la cuenca del Mediterráneo y la costa atlántica hasta el departamento de los Pirineos Atlánticos, mientras que la procesionaria del roble es más común en las regiones de Alsacia, Borgoña, Île-de-France, Centro, Poitou-Charentes y Midi-Pyrénées.

Tratamiento de la plaga

Dado que las especies de árboles de las que se alimentan se encuentran en zonas urbanas en las que es imposible aplicar tratamientos insecticidas aerotransportados, es común que se examinen las posibles alternativas (físicas, químicas, etc.) para luchar contra esta amenaza en las zonas urbanas, preservando al mismo tiempo la salud de la población local y el medio ambiente.

Si bien actualmente no existe ningún insecticida biocida autorizado para su uso contra las procesionarias del pino y el roble, hay ciertos productos fitosanitarios disponibles para combatir estas orugas con fines fitosanitarios que pueden aplicarse desde el suelo.

La estrategia más eficaz para combatir las procesionarias en los entornos urbanos consiste en una combinación de métodos preventivos y curativos, en asociación con medidas de vigilancia.