Si bien a primera hora de la mañana este idea no resulta tan atractiva que digamos, lo cierto es que ducharse con agua fría representa importantes ventajas para la salud que todos deberíamos aprovechar. Con beneficios tanto internos como externos, el agua siempre será calificada y con toda razón como fuente de vida, sin embargo podemos poner las cosas mucho más a nuestro favor si aprendemos a sacar provecho de la temperatura elegida para hacer contacto con este líquido.

Elegir agua fría para bañarse es una acción simple que tiene la capacidad de proporcionar grandes cosas, conozcamos entonces con mayor detalle a lo que nos referimos con lo que debería ser un hábito de vida.

Los beneficios de ducharse con agua fría

  • Estimula la circulación: aprovechando que los músculos y las venas se contraen, la sangre empezará a circular con mayor cantidad de oxigeno dejando como resultado un organismo con mayor acceso a los nutrientes.
  • Cabello más sano y bonito: el agua fría consigue estimular lo suficiente a los folículos capilares para que estos distribuyan  mucho mejor los diferentes nutrientes, adicionalmente se sabe que emplear esta temperatura al lavar el cabello disminuye las posibilidades de presentar problemas de alopecia y caspa.
  • Órganos internos en mejor estado: gracias a una ducha fría, los órganos internos contarán con los recursos para descongestionarse y lograr eliminar toxinas de manera más efectiva.
  • Fortalecimiento del sistema inmune: los músculos y en general todo el cuerpo se activarán de tal manera, que incluso el sistema inmune estará más que listo para llevar a cabo su labor.