Si bien el arte corporal se considera de alguna manera moderno y muy actual, lo cierto es que existen siglos de historia  que nos demuestran que los tatuajes siempre han estado presentes en las diferentes culturas y sociedades. Esto por supuesto con una marcada variación en su simbología, pues mientras en algunos periodos históricos fueron vistos como signo de distinción en otros correspondieron a un indicador de pertenencia a las clases menos favorecidas.

No resulta del todo sencillo determinar el origen del tatuaje, sin embargo muchos se han dado a la tarea de investigar al respecto encontrando interesantes datos, así que veamos.

Datos sobre la historia de los tatuajes

  • En Egipto por ejemplo se empleaban los tatuajes especialmente en el cuerpo de las mujeres pues gracias a estas «marcas» los hombres podían reconocer el estatus social que poseían.
  • Al interior de la cultura celta, los tatuajes eran empleados para simbolizar aspectos de la guerra, por lo tanto eran las figuras bélicas las que predominaban.
  • Los romanos acudían a este tipo de marcas como medio para marcar a sus prisioneros, sin embargo a causa de la llegada del cristianismo esta actividad fue erradicada pues se aseguraba que el tatuaje atentaba contra la grandeza del cuerpo humano, el cual había sido creado a imagen y semejanza de Dios.
  • Durante la época victoriana los tatuajes fueron símbolo de buen gusto entre la aristocracia europea.
  • Solo hasta el siglo XVIII es cuando los marineros se apropian del tatuaje y esta tradición empezó a extenderse con gran fuerza.