En Estados Unidos y más precisamente en Virginia Occidental, existe un lugar bastante particular denominado Green Bank, el cual se convertido en el hogar de aquellas personas que por cosas de la vida son demasiado sensibles a las radiaciones electromagnéticas y por consiguiente no pueden hacer uso de internet ni de la tecnología moderna a la que todos estamos tan acostumbrados.

La electrohipersensibilidad o EHS, por sus siglas en inglés es la característica que sus habitantes dicen compartir, un síndrome que, si bien no cuenta con bases suficientes para ser reconocido por la totalidad de la comunidad médica, quienes lo padecen señalan que sus síntomas más representativos son algunos trastornos de la tiroides, cefaleas, desorientación e inmovilidad.

El pueblo libre de ondas artificiales

De acuerdo al censo efectuado en el año 2010, su población era de 143 personas, ciudadanos que acuden al famoso telescopio de Green Bank, el cual es el telescopio de radio totalmente dirigible más grande del mundo para identificar si alguna persona se encuentra pretendiendo conectar con un rúter.

Quienes se resisten a toda esta tecnología argumentando que les causa problemas de salud, definitivamente han encontrado en este pequeño territorio el espacio preciso para sentirse protegidos y libres de llevar una vida de la manera más normal posible, sin embargo, parece que se avecinan grandes cambios que podrían terminar con la tranquilidad del lugar ya que se ha dicho que se tiene previsto cerrar el observatorio y hacer caso omiso de la prohibición del uso de redes inalámbrica, cosas que van en contra del «paraíso» que allí se ha construido.