No se puede hablar de oraciones importantes sin hacer referencia a la magnífica, uno de los más importantes cánticos cristianos. Y es que no podría ser para menos, ya que es en esta oración donde, como ninguna otra logra hacerlo, la Santísima Virgen María expresa toda la grandeza de dios, como sólo con su divina maternidad es capaz de hacerlo.

Dado que en el cristianismo la virgen es vista como la madre de Dios, la celebración todos los 31 de mayo es una festividad crucial. Durante este día se demuestra la devoción hacia al virgen como progenitora de Dios por medio de la oración a la Virgen del Magníficat.

¿Por qué el 31? Nada más y nada menos porque es en esa fecha que María visitó por primera vez a Isabel, su prima, quien fue madre de San Juan Bautista. Esto se hizo en Ain Karin, un pueblo de Judea que implicó un viaje bastante largo y complejo para la Virgen del Magníficat. Más información aquí.

El encuentro de la Virgen del Magníficat con Isabel

El encuentro del a virgen del Magníficat con su prima Isabel forma parte de la Biblia canónica, específicamente aparece en San Lucas 1:26-55. Es en este crucia cuando podemos descubrir todo aquello que el Espíritu Santo logró inspirar dentro del corazón de la Santísima Madre de Dios.

Es a través de los valores que inspira el Espíritu Santo en el corazón de María que se aprecian muchos de los principales valores humanos que fundamentan el cristianismo. Entre los principales podemos mencionar el amor a Dios y al prójimo, la virtud, la gracia, misericordia y por supuesto, la humildad.

Importancia

La importancia de la Virgen de la Magníficat, así como de su oración, se debe a que a través de la misma se anuncia una buena de salvación y Dios queda engrandecido. Esto nos deja un importante aprendizaje, el gira en torno a una reflexión hacia qué tan justos llegamos a ser con Dios.

Esto se debe que muchas veces no somos conscientes de su generosidad, por lo cual no llegamos a expresar la gratitud con él que deberíamos. Algo que hizo muy bien la Virgen del Magníficat no sólo a través de su oración, sino con sus acciones.

Por lo tanto, se trata de una oración muy importante si queremos alejarnos del a vanidad y la soberbia para acercarnos humildemente a Dios.