La alergia a los ácaros es relativamente común en poblaciones de todas partes del mundo, principalmente la alergia a los ácaros del polvo, los cuales son unos insectos diminutos que tienden a habitar en las zonas polvorientas de las casas.

Entre los síntomas más conocidos de este malestar tenemos la aparición de fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica, la cual provoca que los afectados comiencen a moquear y a estornudar.

Así mismo, también se da en algunos casos la presencia de ciertos síntomas de asma, como lo son la dificultad respiratoria y el sonido de un silbido al momento de respirar.

Cabe destacar que los lugares donde más comúnmente se ocultan los ácaros son los muebles, las alfombras y las fundas de cama, dado que estos son ambientes ideales para que los ácaros de polvo habiten.

Por ello es ampliamente recomendable aplicar estrictas medidas higiénicas en estos implementos, de manera que pueda prevenirse la aparición de la alergia eliminando el problema desde su raíz.

Sin embargo, es posible que esto no sea suficiente, de manera que tal vez sea requerido el uso de medicamentos o tratamientos encaminados a la trata de los síntomas habituales de la alergia a los ácaros. Así como también para controlar el asma en caso de que se presente.

Síntomas de la alergia a los ácaros

La alergia a los ácaros puede presentarse en diferentes grados, pero sus síntomas son tan evidentes que no debe de implicar demasiada dificultad diagnosticar la alergia.

Los síntomas que se presentan tienden a ser propios del resfriado, como lo es el moqueo nasal, estornudos y congestión. Aunque también pueden darse otros como la tos, irritación en los ojos y picazón en la garganta.

Asma

Tal y como se mencionó al principio, de acuerdo a su gravedad, las personas pueden verse afectadas por episodios de asma en ciertos casos. Con lo cual pueden darse otros síntomas que revisten mayor gravedad.

Es común que en estos casos se escuche un pitido cuando la persona respire, además de tener problemas para respirar con normalidad. Esto puede también desencadenar problemas para dormir.

Si bien en la mayoría de los casos estos síntomas desaparecen tras un tiempo, en ocasiones persisten, lo que da pie a los casos más graves de alergia a los ácaros y la atención médica es urgente.