Se conoce como ácido fórmico a una sustancia química irritante que se encuentra presente en el veneno pulverizado de algunas especies de hormigas y abejas, así como en la secreción liberada de algunas ortigas urticantes. Los riesgos de usar ácido fórmico sólo están presentes durante las altas concentraciones del mismo, mientras que en bajas concentraciones es muy útil.

Actualmente, el uso más común del  ácido fórmico a nivel industrial es como conservante de alimentos, ya que es una sustancia con altas propiedades antibacterianas. No obstante, también es utilizada para matar plagas, para producir alimentos y algunos aditivos cosméticos, además de resultar muy útil como ayuda en una variedad de procesos industriales.

El cuerpo humano es capaz de producir pequeñas cantidades de ácido fórmico por la ingesta o producción de metanol. Parte de éste está hecho de aspartamo. El cuerpo convierte el aspartamo en ácido aspártico, fenilalanina y metanol. Posteriormente, el metano se convierte en el ácido fórmico contenido en el cuerpo humano.

Sobre los riegos del ácido fórmico que se encuentra en nuestro cuerpo, los investigadores dicen que éste está generalmente demasiado diluido como para ser peligroso

Riesgos del ácido fórmico

Los riesgos del ácido fórmico dependen de su concentración. En concentraciones más altas, el ácido fórmico es corrosivo, tiene un fuerte olor y produce humos peligrosos. Produce quemaduras y ampollas en la piel y lesiona los ojos y las membranas mucosas de la boca, la garganta y el sistema respiratorio.

La inhalación de ácido fórmico concentrado dificulta la respiración. Tragar el ácido concentrado provoca la aparición de graves úlceras (llagas) en el tracto digestivo, así como dolor y náuseas. La exposición prolongada al ácido fórmico puede producir daños en el hígado o en los riñones.

Estructura y propiedades químicas

Con respecto a sus propiedades químicas, hay que decir que se trata de la forma más simple de ácido carboxílico y también es conocido como ácido metanoico.

El ácido fórmico es el miembro más simple de la familia del ácido carboxílico. También se conoce como ácido metanoico. Su fórmula es HCOOH.

Es posible fabricarlo de forma sintética en un laboratorio, pero también es posible encontrarlo en la naturaleza en forma de líquido incoloro, presente en el veneno de algunos animales.

En este estado, el líquido se congela a 8,3 grados centígrados y hierve a 100,7 grados centígrados. (213,3 grados Fahrenheit). Además tiene un fuerte olor, el cual a menudo se describe como un olor «picante».